Machitrols #PorquéTantoOdio

#PorQuéTantoOdio: El acoso machista a las mujeres que muestran su feminismo en redes

ÁLVARO LLORCA 07/11/2015 – 08:27 CET El País. Verne

El pasado mes de agosto, Loreto Ballesteros, una estudiante de 22 años, dejó unos comentarios en Twitter que denunciaban la hipersexualización de la mujer: “No nos confundamos: no es nuevo que los hombres sexualicen a niñas y menores. De hecho, está prácticamente normalizado”, decía en uno de sus mensajes. A partir de ahí, empezó a recibir amenazas a través de la misma red social: “Te voy a partir el cráneo con una pala”, le llegaron a escribir.

La bloguera Alicia Murillo empezó en 2012 su proyecto ‘El cazador cazado‘, que consistía en grabar con su móvil a los hombres que se dirigían a ella por la calle en actitud machista. Alicia invitaba al agresor a que explicara delante de la cámara qué le había dicho y por qué lo había hecho. Poco tiempo después, alguien colgó el número de teléfono de Alicia en un foro de internet y empezó a recibir amenazas telefónicas.

La tuitera @Barbijaputa lleva años firmando con su seudónimo artículos sobre género en diferentes medios de comunicación. También ha provocado debates en las redes sociales como cuando habló sobre las agresiones que sufren las mujeres de vuelta a sus casas por las noches. Por estas razones ha recibido amenazas de muerte y sufre continuos intentos de averiguar su identidad real para hacerla pública. Incluso hubo un grupo de gente que rebuscó entre los pocos datos conocidos de su biografía para hacer que la despidieran de su trabajo.

Estas amenazas son una constante para aquellas mujeres que denuncian públicamente la desigualdad de género en redes sociales. ¿A qué se debe tanto odio? ¿Por qué no sucede lo mismo cuando se denuncian otras desigualdades?

Dos de las afectadas por los casos anteriores apuntan en la misma dirección. En conversación con Verne, @Barbijaputa encuentra dos razones fundamentales. “La primera es que muchos hombres, sean conscientes o no, tratan de preservar así los privilegios que tienen sobre las mujeres. La segunda es que muchos hombres no aceptan que las mujeres adquieran voz propia y la manifiesten con seguridad, por lo que tratan de devolverlas a una situación de debilidad que ellos asocian a lo femenino”.

Loreto Ballesteros, la tuitera a quien amenazaron con romperle el cráneo, nos dice algo parecido: “Si hay gente a la que le molesta estas denuncias es porque se ven reflejados en ellas, se ven amenazados y porque no quieren que esto cambie”. Al ser preguntada por su situación actual, nos dice que hace un mes y medio abandonó su cuenta de Twitter, pero que el linchamiento digital no ha cesado y aún hay personas que la siguen ridiculizando y amenazando.

Aunque Twitter cuenta con mecanismos para denunciar amenazas y bloquear cuentas, Loreto se siente más tranquila al haber dejado Twitter. Eso sí, también le apena haber abandonado su actividad en redes sociales porque, a raíz de su campaña, empezó a recopilar los testimonios de acoso que le habían hecho llegar muchas mujeres. Porque de la misma manera en que muchos acosadores se amparan en el anonimato de las redes sociales, muchas mujeres también han hallado comprensión y se han animado a compartir sus propias experiencias. Loreto llamó a su página ‘No son depravados‘ para visibilizar que esta violencia no solo procede de hombres con comportamientos extremos.

De hecho, las víctimas de este acoso no solo lamentan la actitud de los propios acosadores, sino también la que aquellos que restan importancia a los ataques. Muchos insultos se esconden bajo la apariencia de bromas, como los que sufrió la periodista Paloma Goñi al explicar las razones por las que había dejado de depilarse. /…/

Desde su anonimato, @Barbijaputa ha seguido manifestándose contra la violencia machista. “A mí los ataques me han dado más energía para seguir defendiendo mi postura”, nos dice. Es una actitud parecida a la que ha adoptado Anita Sarkeesian, una estadounidense que empezó a recibir amenazas de muerte y de violación tras acusar de sexismo a la industria de los videojuegos. Sus acosadores incluso crearon un videojuego que consistía en golpear su rostro hasta que sangrara. Pero ella ha seguido denunciándolo hasta convertirse en una de las 100 personas más influyentes para la revista Time en 2015. Anita Sarkeesian afirmó en una entrevista en The Guardian que no había que considerar a los culpables de estas actitudes como simples trols (esas personas que, a grandes rasgos, se dedican a hacer la vida imposible a otras en internet), sino como “abusadores” y “acosadores”.

June Fernández, directora de la revista Pikara, también ha sufrido amenazas y subraya esa distancia: “Entiendo el troleo como un boicot arbitrario y gratuito cuyo único fin es incordiar. Es molesto pero no toca fibras tan sensibles como el miedo a la violación. No me afectaría si no fuera porque desde niñas nos inoculan el terror de ser violadas y porque las amenazas y los insultos de los acosadores cibernéticos se suman a la mochila de experiencias de agresión sexista que acumulamos en la vida “real”. Así son los mecanismos de control machista”, nos cuenta.

En la revista Pikara están aplicando contra los acosadores cibernéticos la misma lógica que usó Alicia Murillo al grabar con una cámara y confrontar a sus “piropeadores” callejeros. De hecho, la propia Murillo subió un vídeo donde llama a esta gente “machitrols” y les pregunta con humor por qué no dedican su tiempo a algo que les parezca más interesante. La estadounidense Lindy West también defiende la opción de hacer frente a los acosadores, ya que, para ella, los trols de internet no son monstruos. “Son seres humanos y no creo que sus intentos por deshumanizarme puedan ser contrarrestados con más deshumanización. La única cosa que puede combatir la deshumanización es una creciente humanización”.

One comment

  1. Sandra Roussel

    Crec que totes aquestes dones son molt valentes a l’hora de plantejar la seua posició, ja que encara que rebeuen critiques, amenaces de mort, entre altres coses segueix defenent el feminisme i oposant-se totalment al machisme. Encara que pense que aquests comentaris que li fan persones cada dia, si lis afectaran d’alguna manera, per això em fa ràbia que algunes dones patisquen tant pel feminisme. Jo sincerament pense que aquestes són les feministes de veritat, les que lluiten dia a dia per això que volen, no tan sols un dia per postureig. A més a més moltes vegades som entre nosaltres que ens fem dany i critiquen a altes dones, per la seua vestimenta, ideologia, etc.
    De tota manera no tan sols aquestes coses es queden en les xarxes socials, perquè hi ha moltes vegades en què les dones som atacades pels carrers, quan ens insulten o diuen algun pirop o també que et toquen, tot això és assejament, també per altre lloc tenim les típiques bromes machistes, que no li fa gràcia a ningú i després diuen que tan sols és una “broma” entre altres coses.
    Dia a dia les dones som assetjades al carrer, al treball, al colegi, etc no més lluny fa unes setmanes, jo portava una falda i una xica em va dir en poques paraules “que era molt curta”, per això dic que moltes vegades som entre nosaltres les majors enemigues i que resten l’esforç que moltes feministes fan, com per exemple el treball que fa Rossa Sanchis a l’institut Isabel de Villena, quan passen aquestes coses el treball (durant molts anys) d’aquesta dona es queda anul·lat, per algunes que no sàpiguen tindre respecte cap als altres companys de l’institut.

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